El ayuno nocturno prolongado y el pronóstico del cáncer de mama

Autores: Marinac, CR, Nelson, SH, et al.

Fuente: JAMA Oncol. doi: 10.1001 / jamaoncol.2016.0164

www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27032109

Los autores de este artículo señalaron que existen datos en animales y humanos que sugieren que el ayuno nocturno prolongado (un período continuo de no comer, que incluye dormir) puede reducir el riesgo de cáncer de seno y mejorar los resultados del cáncer de seno.

Se estudió un total de 2.413 mujeres, todas con antecedentes de cáncer de mama temprano. Estos individuos fueron llamados en días aleatorios durante un período de tres semanas al momento de la inscripción, un año después de eso y luego cuatro años después. Se les pidió a las mujeres que anotaran la cantidad de horas entre el primer y el último episodio de alimentación del período anterior de 24 horas. Este total se restó de 24 para obtener una duración de ayuno nocturno.

El seguimiento medio fue de 7,3 años, tiempo durante el cual se observaron episodios de recurrencia del cáncer de mama. La duración media del ayuno nocturno fue de 12,5 horas. Los investigadores notaron que ayunar menos de 13 horas por noche se asoció con un riesgo 36% mayor de recurrencia del cáncer de seno. Sin embargo, la duración del ayuno nocturno no afectó la muerte relacionada con el cáncer de mama o la muerte debido a todas las causas.

El grupo evaluó la asociación entre el ayuno nocturno y el índice de masa corporal (IMC), la hemoglobina A1c (HbA1c) y la proteína C reactiva (PCR). Se sospecha que cada uno de estos parámetros vincula la duración del ayuno nocturno con el pronóstico del cáncer de seno. Los niveles de HbA1c disminuyeron a medida que aumentó la duración del ayuno nocturno. La duración del ayuno nocturno no se asoció con el IMC o la PCR.

Los investigadores concluyeron que una duración de ayuno nocturno de al menos 13 horas se asoció con una tasa más baja de recurrencia del cáncer de mama. Los mecanismos de acción pueden incluir un efecto directo sobre los niveles de HbA1c, que modulan el control glucémico (azúcar en la sangre). Se justifica seguir estudiando los efectos del ayuno nocturno prolongado sobre el cáncer de mama, la diabetes y otras enfermedades.