Yoga y cáncer de seno

Yoga y cáncer de seno

Comprendiendo Yoga

La palabra yoga significa "unir", que significa una forma de vida favorable a la unión de la creación (alma) con el creador (Señor). El papel principal del yoga es ayudar a un yogui (un practicante de yoga) a alcanzar la salvación. El bienestar mental y físico son beneficios secundarios para un yogui. El yoga se puede practicar de varias maneras. Hatha Yoga se enfoca en el uso de varias posturas corporales para promover la salud física y mental. Karma yoga se centra en el principio de buenas acciones. Jnana Yoga usa la disciplina mental para llevar una vida simple. Raja yoga usa posturas físicas y disciplina mental. Bhakti yoga busca la unión con el Señor a través de la fuerza del amor. Una vez que se dominan todas estas formas de yoga, un yogui se prepara para la forma más elevada de yoga, mejor conocida como shabd yoga (meditación), o yoga de la palabra divina. Algunos yoguis comienzan con shabd yoga, que establece un terreno fértil para las otras formas de yoga. Un verdadero yogui es aquel que puede vivir una vida equilibrada con la práctica del yoga. 

Los efectos positivos del yoga

Varios estudios de investigación de alta calidad realizados en todo el mundo han demostrado beneficios específicos del yoga para mujeres con cáncer de seno. Se ha demostrado que el yoga reduce la depresión autoinformada entre las mujeres que reciben tratamiento para el cáncer de mama, lo que a su vez reduce la gravedad de los síntomas y mejora la tolerancia del paciente a la terapia. También se ha demostrado que el yoga mejora la calidad de vida entre las sobrevivientes de cáncer de seno. La práctica del yoga puede dar como resultado un mejor control de los síntomas de la menopausia, especialmente entre las mujeres que reciben terapia antiestrógeno. Una sobreviviente de cáncer de mama yogui también puede tener habilidades y procesos mentales (cognición) mejorados, así como una reducción de la fatiga y la ansiedad. Se descubrió que todos estos resultados eran mayores cuando se practicaba la meditación (shabd yoga) junto con el ejercicio físico (hatha yoga). 

Teniendo en cuenta estos efectos positivos comprobados del yoga para las mujeres con cáncer de mama, también es razonable reconocer el posible papel del yoga en la prevención del cáncer de mama. Es bien sabido que el ejercicio y la pérdida de peso son dos estrategias independientes para reducir el riesgo de cáncer de seno. Por lo tanto, un yogui, en virtud de vivir un estilo de vida saludable, debería ser capaz de lograr mejor tanto el control de peso como los objetivos de ejercicio, lo que resulta en un menor riesgo de cáncer de seno durante toda la vida.

Una Forma de Vida

El yoga no es una religión ni un simple encuentro de 20 minutos con un entrenador personal. Es una forma saludable de vivir la vida que se puede practicar fácilmente bajo la supervisión de un yogui. Un yogui puede comenzar su día con unos minutos de shabd yoga (meditación), seguido de hatha yoga (ejercicio o estiramiento). Esta rutina inspira hábitos alimenticios saludables (jnana yoga) y un día completo de trabajo duro (karma yoga), intercalados con algunas respiraciones de atención plena (bhakti yoga) aquí y allá.